COVID-19: “Los pacientes asmáticos no mostraron ser más susceptibles al virus”


El coronavirus y el temor a su contagio en tiempos de pandemia despertó una particular preocupación en los pacientes con asma y alergias ya que el virus daña severamente los pulmones. Sin embargo, y pese a la consideración de que los asmáticos son grupo de riesgo ante el COVID-19, “se está constatando que ni ellos ni los fumadores son más susceptibles al coronavirus”, contó a FM 89.3 Santa María de las Misiones el especialista en Alergia e Inmunología, Gabriel Gattolin.

En este sentido, explicó que “según el seguimiento que se hace a los países que tienen más casos de contagios, se ha visto que los pacientes con asma no son particularmente susceptibles de tener infección severa por coronavirus”.

Esto significa que hasta el momento no hay estudios que demuestren una mayor predisposición a contraer el virus en estos casos, ni la necesidad de llevar adelante un tratamiento diferencial.

En esta misma línea, la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAelC) señaló ayer, en el marco del Día Mundial del Asma, que los pacientes con esta patología “no mostraron tener un riesgo mayor de complicaciones frente al coronavirus como sí ocurre con los de edad avanzada, hipertensos u obesos”. Sin embargo, desde la Asociación destacaron que “los tratamientos para la alergia y el asma no protegen ni empeoran la infección por CoV-2. Pero sí mejoran su condición de alérgico, por tanto tampoco deben modificarse”.

Es por ello que el especialista en alergias e inmunología Gattolin habló de la importancia de que “quienes tienen asma bronquial no corten ningún tratamiento que les haya dado su neumonólogo, porque ahí sí van a tener más riesgos ya que cualquier virosis puede agravar la situación”.

 

Tuvieron al menos una crisis durante la pandemia

Por otra parte, el especialista también se refirió a las posibilidades de que los pacientes hayan experimentado al menos una crisis asmática durante la pandemia.

Ya sea por la angustia, depresión o sensación de encierro “sin lugar a dudas, habrán manifestado alguno de los síntomas con mayor intensidad”, afirmó.

Además, la situación se agrava “al estar mucho tiempo adentro de casa o en espacios cerrados porque es donde están los principales causantes del asma como ser los ácaros o el polvillo”, mencionó.

 

¿De qué hablamos cuando hablamos de asma?

“Es una enfermedad crónica que por lo general se manifiesta en la infancia y está condicionada por los alérgenos que respiramos”, explicó Gattolin y agregó que “la mayoría de la población mundial la tiene”.

Los síntomas principales y más frecuentes son la tos, chillido en el pecho, dificultad para respirar y opresión en el pecho.

Suelen desencadenarse por diversos factores tanto internos como externos como “la humedad, cambios bruscos de temperatura, el polvillo, humo, infecciones virales e incluso algunos productos químicos y medicamentos”, mencionó.

Asimismo, los síntomas pueden presentarse de manera intermitente o persistente, y en algunas personas se agravan con la actividad física, con la exposición a alérgenos y en algunos casos por la noche.

Además, y como consecuencia del ataque de asma, el paciente puede sufrir insomnio, fatiga diurna y disminución de su actividad habitual.

Cabe destacar que, pese a tratarse de una enfermedad prevalente, no todos los pacientes siguen un tratamiento adecuado.

Por ello, el especialista en alergias e inmunología aseguró que “es fundamental el diagnóstico temprano y posterior control porque vivas donde vivas o hagas lo que hagas tenés que hacer un tratamiento adecuado para poder llevar una calidad de vida normal”.

 

Enfermedad sin cura, pero controlada

Lamentablemente hasta el momento, no hay una cura definitiva y “hablar de curar el asma por completo, es muy difícil por ahora”, aseguró.

Esto se debe a que “es una enfermedad condicionada genéticamente por la predisposición de la alergia a muchos de los casos, y del medio ambiente en el que estamos”.

Sin embargo, es importante destacar que los tratamientos disponibles se han diversificado a lo largo del tiempo.

“Siguen estando los clásicos que han cambiado en su aplicación pero también muchos novedosos”, contó.

En este sentido, Gattolin mencionó los más utilizados y sostuvo que “la primera línea para tratar el asma siguen siendo los corticoides inhalados y después están los broncodilatadores que sirven para rescatar al paciente en caso de crisis asmática”. También contó que en casos severos “hay medicamentos novedosos que están ayudando a controlar la enfermedad”.

Cualquiera sea el medicamento recetado, se debe usar de manera permanente, aunque no haya síntomas, así como tampoco suspenderlos sin la supervisión del médico.

Debido a la falta de una cura definitiva, el doctor enfatizó las consultas a neumonólogos y la prevención temprana ya que con medicamentos adecuados y evitando exponerse a los factores que pueden desencadenar o agravar la situación, los pacientes pueden controlar los síntomas y prevenir las crisis.

Teniendo en cuenta esto, Gattolin señaló que “para el diagnóstico de esta enfermedad, es muy importante escuchar la historia de cada paciente porque no todas los asmas son iguales ni responden a idéntico al mismo tratamiento”.

De este modo, es importante realizarse los exámenes pertinentes como Espirometría, FENO, IgE Total y recuento de eosinófilos en el hemograma, entre otros.

 

“Despertar” los síntomas

Finalmente, el doctor se refirió a los casos de pacientes asmáticos que manifestaron los síntomas en su etapa adulta.

“Cuando eran chicos nunca tuvieron problemas respiratorios, pero sí comenzaron a tenerlos de grandes”, dijo y explicó que esto se debe a diversos factores que “despiertan los síntomas del asma”.

Además de los alérgenos mencionados anteriormente, Gattolin habló de los impactos emocionales porque “es una enfermedad genética muy condicionada por la emoción”, concluyó.

Sin embargo, cabe destacar que, si bien es cierto que el estado anímico puede influir en las crisis asmáticas, no es determinante ya que se trata de una enfermedad de los bronquios.

En este sentido, la relación más directa se da entre el asma y las alergias. De hecho entre el 70 y 90 por ciento de las personas con asma es alérgico.

 

Ventilar los ambientes

Pese a que no sea una persona de riesgo, cabe destacar que en estos momentos donde estamos en casa, es recomendable que tanto estos pacientes como aquel que es alérgico, cuiden su pequeño ambiente.

Para esto es fundamental quitar el polvo de los libros, peluches, alfombras y todas las cosas que puedan acumularlo.

Además, es preferible no barrer y usar aspiradora con un filtro determinado para que lo que uno aspira por un lado no salga por el otro.

Por último, también es mejor pasar un trapo húmedo sobre las superficies y evitar por ejemplo el uso de plumeros.

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