La normalidad será posible cuando haya “un alto índice de la población inmunizada”


ALTO ÍNDICE. Al tener gran transmisibilidad, recomiendan seguir con las medidas preventivas del COVID-19.

Entre los referentes a nivel nacional e internacional en materia de consultas sobre la incidencia del COVID-19 se encuentra el médico infectólogo del Hospital Muñiz de Buenos Aires, Gerardo Laube. Este profesional es titular de la cátedra de Microbiología y de Infectología y director de Posgrado en la especialidad en la Facultad de Medicina de la Fundación Barceló y compartió con FM 89.3 Santa María de las Misiones algunos puntos a tener en cuenta sobre el avance de la pandemia tanto en Argentina como en el mundo.

 

Necesidad de inmunidad

“La normalidad no la vamos a volver a tener -ni a corto ni mediano plazo- hasta que no tengamos un alto índice de la población inmunizada, sea de forma natural o a través de la vacuna”, remarcó Gerardo Laube.

Entre las medidas preventivas, aseguró que “tienen que mantenerse en el tiempo los protocolos porque, como siempre pasa, al comienzo todo el mundo cumple y después vamos relajando las medidas de seguridad, a veces inconscientemente, lo cual hace que el virus motive contagios”.

 

El riesgo presente en el regreso de actividades

En medio de la flexibilización de actividades económicas y recreativas, junto con la discusión sobre el posible regreso a las escuelas, el infectólogo apuntó que “todo lo que sea actividad al aire libre reduce de manera significativa el riesgo de contagio. El peligro está en las actividades que se puedan hacer en aulas, donde debemos pensar que no vamos a tener la cantidad de alumnos que teníamos hasta febrero a marzo de este año”.

“Esto tiene que ser muy paulatino y primero enfocarse en volver a la actividad escolar de aquellos grupos que no han tenido la posibilidad de mantener un esquema educativo a través de las redes; además de aquellos años que tendrán cambios, ya sea los que se van a la universidad, del jardín de infantes a la primaria, o de la primaria a la secundaria”, planteó.

Más allá de todos los recaudos, señaló que “los contagios probablemente se sigan manteniendo, pero más allá de la opinión de los infectólogos, hay aspectos sociales, culturales, económicos que hay que considerar. La cuarentena estricta no va a ser posible cumplirla porque hay necesidades que la población y los grupos más vulnerables tienen”.

 

Los otros pacientes

Desde el punto de vista de la atención médica en los centros de salud del país, el infectólogo expresó que “una cuarentena prolongada y un desplazamiento de la enfermedad COVID-19 en todos los hospitales corre la atención de otras enfermedades que hay que considerar. En estos momentos están volviendo muchos pacientes con enfermedades crónicas que en cuatro o cinco meses han visto deteriorada su salud y sobre las cuales debemos trabajar”, alertó el especialista durante la charla con la FM de las Misiones.

 

El aumento de casos en el interior

En cuanto al incremento de los casos en otros puntos de Argentina, fuera del AMBA, Gerardo Laube indicó que “lamentablemente estamos viendo que en las provincias esto de alguna manera se ha complejizado. El virus sin duda ha demostrado una alta contagiosidad y ya lo veíamos con lo que está pasando en Europa, donde incluso agarró por sorpresa a países con sistemas sanitarios bastante organizados”.

Como referente de un nosocomio como el Muñiz, especializado en enfermedades infecciosas, advirtió que “hay circunstancias de acercamiento entre las personas que lógicamente motivan esa alta contagiosidad. En este sentido, es muy difícil sólo con límites geográficos frenar las pandemias y particularmente cuando tratamos con virus respiratorios, que tienen un alto índice de transmisibilidad”.

 

El sistema sanitario

Respecto a las medidas sanitarias aplicadas en el país, Gerardo Laube recordó que “fueron los datos duros los que llevaron a un aislamiento, a esta cuarentena, muy precoz para muchos, pero que fue para preparar el sistema de salud en todo lo que sea terapias intensivas. En el AMBA por suerte el sistema no se ha saturado. En el Hospital tenemos un índice de ocupación de terapia intensiva que está en aproximadamente un 60%. Sin embargo, en el interior del país las cosas pueden cambiar porque no tienen tantas terapias intensivas con toda la infraestructura necesaria y además la cantidad de especialistas que se debe tener para el manejo de un incremento de contagios”.

Asimismo, hizo hincapié en que es necesario “mantener el distanciamiento, las medidas de aislamiento ante los casos sospechosos, junto con toda la información que se brinda a la población. Hay que respetar los protocolos para que el virus no salte de una persona a la otra y que ante alguna sintomatología no seamos focos de contagios para nuestros convivientes o contactos estrechos”.

 

Alto nivel de transmisibilidad

El médico infectólogo Gerardo Laube compartió acerca del COVID-19 que el índice de mortalidad tomado de forma global es de un 5%.

“Si lo comparamos con el MERS-Cov, que era un virus similar de la misma familia, pero que por suerte no se extendió más allá de Oriente Medio, la tasa de mortalidad de ese virus estaba en un 35%. El SARS-CoV 1 que nos puso en alerta en 2002 y 2003 tuvo una tasa de mortalidad del 10%. Con lo cual la letalidad de este virus es inferior a la de los otros coronavirus. No obstante, la tasa de transmisibilidad es bastante superior”.

 

Los medicamentos de uso preventivo

Respecto a los análisis de las propiedades preventivas contra el coronavirus al utilizar diferentes medicamentos, como la Ivermectina, el médico infectólogo Gerardo Laube indicó que “hay protocolos que están mostrando algunos resultados, pero todavía no son definitivos. El uso preventivo de la Ivermectina, que se da en forma semanal durante ocho semanas, en los grupos que la han recibido han mostrado un menor índice de contagios con respecto a los que no”.

No obstante, recordó que “si hacemos una búsqueda de cantidades terapéuticas que se han ensayado tanto para tratamiento como para prevención, estamos arriba de los 150 medicamentos que se están evaluando entre combinados y solos”.

Entre todo estos, Laube reconoció que “la Ivermectina ha demostrado eficacia in vitro, es decir, ha permitido evitar la replicación del virus en cultivos celulares en dosis muy elevadas que lógicamente no son compatibles en su aplicación en humanos. De todas maneras, la forma preventiva e incluso terapéutica en casos leves, moderados o graves de Ivermectina podría, de acuerdo al momento evolutivo de la enfermedad, mostrar un efecto alentador”.

Por otra parte, el especialista en enfermedades infecciosas aclaró que en el país actualmente está en prueba la aplicación “del Ibuprofeno gasolizado se administra teniendo cierto recaudos médicos, porque deben seguir ciertas indicaciones, porque al ser una medicación aerosolizada debe suministrarse con cuidado”.

De igual manera que la Ivermectina, para que un tratamiento sea efectivo, explicó que “el uso del Ibuprofeno está demostrado pero siempre hay que tener en cuenta en qué etapa de evolución de la enfermedad se encuentra el paciente. Es igual que al plasma de convalecientes de coronavirus y los antirretrovirales: tienen que aplicarse en el momento en el cual pueda demostrarse una efectividad en el tratamiento”.

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