La Sociedad Paraguaya de Microbiología confirmó ayer que se reportaron los dos primeros casos de “hongo negro” en el país. Se trata de una rara infección de mucormicosis rinoorbitaria que se empezó a presentar en personas con COVID-19, primero en India y que este miércoles llegó también a Uruguay.
En dialogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, la Doctora Elena Candia, presidenta de la Sociedad Paraguaya de Infectología, comentó que ambos casos detectados se dieron en pacientes que ya habían superado el cuadro de coronavirus, aunque destacó que dicha afección ya fue detectada hace varios años en Paraguay, por lo que la enfermedad no puede ser atribuida totalmente al COVID-19.
“Tenemos confirmado dos casos de mucormicosis en pacientes con COVID-19, aunque es importante destacar que estos son los primeros reportes en pacientes con COVID, y de hecho que tanto nuestro país tanto como América Latina tiene más de 100 casos reportados en la literatura a lo largo de estos últimos 20 años“, dijo.
El llamado “Hongo Negro” es un tipo de moho que se encuentra por ejemplo en el pan, cuando este presenta una coloración negruzca o como unas pelusas, o esa coloración verdosa en los quesos que permanecieron descubiertos en la heladera por muchos días.
En el caso del ser humano, para que se produzca la infección no basta solo con la presencia del hongo, sino que tienen que haber otras condiciones. “Uno lo adquiere aspirando esas esporas o también al ingerir alimentos contaminados, pero en pacientes que no tienen trastornos inmunológicos o algún problema con sus defensas, estos hongos no producen ninguna enfermedad“, explicó la doctora.
La mucormicosis, aunque es rara, se ha reportado en pacientes con una diabetes descontrolada o en aquellos que están inmunodeprimidos. “Antes incluso de la pandemia, ya veíamos esta afección en pacientes diabéticos con mal control metabólico, con niveles de azúcar muy por encima del valor normal“.
“En el caso de pacientes con mucormicosis y COVID se ven factores de riesgo que potencian y predisponen aún más la aparición de esta micosis. En particular hay una revisión de más de 100 casos de mucormicosis en pacientes con coronavirus, donde el 80% de los pacientes que tuvieron mucormicosis eran diabéticos y el 76% había recibido como tratamiento corticoides, dexametasona, prednisona o similar, que utilizamos en pacientes con complicaciones del COVID. Entonces hay una fuerte sumatoria de factores de riesgo que predisponen aun más a pacientes diabéticos y COVID a sufrir esta enfermedad“, detalló Candia.
Se tratan entonces de hongos oportunistas que necesitan de un daño previo y de las defensas bajas del ser humano como la hipoxia, los niveles bajos de oxígeno, o la acidosis metabólica. “Entonces hay un terreno que predispone el sobrecrecimiento de estos hongos y que pueden producir infecciones que en su mayoría afecta a la nariz, a los senos paranasales, y la órbita”
“El paciente inhala -las esporas del hongo- y se asienta en su mayor proporción en la mucosa de la nariz y de los senos paranasales, posteriormente produce trombosis, infarto y necrosis de la piel en la zona que infecta. Es realmente una enfermedad rara pero muy grave, mutilante, que requiere de un tratamiento quirúrgico agresivo, y acompañando a eso también un tratamiento antifúngico“, indicó la especialista.
“La mortalidad global se estima que rondará entre un 30 a 40%, pero cuando hay compromiso intracraneano, la mortalidad puede ser tan alta como un 90%“, continuó.
De todas maneras, se trata de una micosis relativamente rara en Latinoamérica y que la situación en India (donde ya se reportaron más 9.000 casos post COVID-19) se debe en gran parte a que se trata del segundo país más poblado del mundo y allí los casos se ven a gran escala. Además el país asiático cuenta con una elevada cantidad de pacientes diabéticos (se estima que 73 millones de personas la padecen) y una alta contaminación que hace más prevalente a estos hongos.
“No se espera que nosotros en Latinoamérica tengamos esa situación, pero si es una oportunidad para indicar un control riguroso y estricto de pacientes diabéticos, que bajen de peso, que sigan con su medicación, que consulten con el endocrinólogo y por supuesto el uso apropiado de corticoides“, señaló la doctora.
Aún así, a manera de prevención, en Paraguay ya se está realizando una búsqueda activa de hongos en pacientes con COVID-19, según lo confirmó ayer el presidente de la Sociedad Paraguaya de Microbiología, José Pereira.
En ese sentido, Candia contó que “se están haciendo estudios de PCR en búsqueda de este y otros hongos para poder saber como les va a estos pacientes”.
“De hecho que tenemos también pacientes con COVID-19 y Aspergillus, que es otro hongo muy parecido al mucormicosis. Estamos en eso pero no creemos que vamos a sufrir las consecuencias que están teniendo en India“, cerró.
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