RANKING. Argentina es el 2° país con más casos de TCA a nivel mundial después de Japón, según la OMS.
Hace no mucho tiempo, los Trastornos de la Conducta Alimentaria eran relacionados únicamente con la bulimia y anorexia. Sin embargo, “hoy se habla de las patologías del consumo alimentario que tiene que ver con todo lo que ingerimos o dejamos de ingerir y que conllevan a problemas a nivel fisiológico”, explicó a FM 89.3 Santa María de las Misiones, la presidenta del Colegio de Psicólogos de Misiones, Marcela Bareiro.
Relación enferma con la comida
Más allá de los problemas que pueda conllevar al organismo, los TCA son fundamente un problema de salud mental, en el que “la comida termina siendo lo único que la paciente siente que puede controlar”.
Así, “ante situaciones de mucho estrés, canaliza la incertidumbre en lo que ingiere o deja de ingerir. En este caso la comida, pero lo mismo sucede con las sustancias legales o ilegales”, explicó.
Cuando una persona no puede controlar el exterior, “busca controlar lo único que puede, que es lo que ingiere. Y ahí empieza esta relación enferma o patológica con la comida”, agregó.
Así, subrayó que “el problema no es la comida, sino que hay algo que es mucho más profundo que se manifiesta a través de la comida”.
Trastorno multicausal
“Desde lo psicológico es importante tener en cuenta que los TCA están muy relacionados a una distorsión del esquema corporal. Por más que la persona tenga más o menos peso, la imagen corporal que le devuelve el espejo a una persona con trastornos alimentarios, no es la misma a la que ven los otros”, dijo Bareiro.
Por lo general, los TCA comienzan en la infancia o primeras etapas de la adolescencia porque “es cuando estamos formando la auto imagen”. No obstante, la psicóloga aseguró que “cuando no se lo trata, empeora y termina afectando a la persona a lo largo de su vida”.
En este sentido, destacó que “una persona con TCA va a padecer su trastorno durante toda su vida. No siempre de manera activa, pero sí teniendo que tener ciertos recaudos para no caer”.
Los TCA se deben a diversos factores sociales por lo que “es un trastorno multicausal que es imposible atender sin un equipo interdisciplinario”.
En lo referido al tratamiento psicológico, Bareiro destacó que “la mejoría se produce. Tengo pacientes con TCA que hoy en día me dicen que no entienden cómo pudieron vivir antes con tanta autoexigencia. La terapia ayuda a que puedan poner en palabras lo que les sucede para no descargarlo en el consumo”, cerró.
El 90% con TDA son mujeres
A pesar que los hombres y mujeres sufren los TCA, “un poco más del 90% son mujeres porque las exigencias hacia el sexo femenino son mayoritarias”.
Igualmente, mencionó que “hoy en día se empezó a equiparar un poco más los números porque los hombres también se sienten presionados por su imagen, pero la mayoría sigue siendo mujer”.
Afortunadamente a lo largo de los años “dejó de ser tabú y se comenzó a hablar más del tema. Así como Internet influye negativamente en los TCA, ahora también hay muchas influencers que muestran otra imagen de la que acostumbramos a ver en redes o en la tele. Cuentan cómo superaron los traumas con su aspecto físico y eso es súper positivo para las adolescentes”.
En cuanto a los signos de alerta, “el más notorio son los cambios de peso repentinos. Cuando se aíslan para evitar asistir a reuniones sociales. También los cambios de vestimenta por prendas más holgadas, principalmente en adolescentes”.
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