El economista José Piñeiro Iñiguez (MBA de la Universidad de Harvard) habló en “Aire de Sábado”, por la FM 89.3 de las Misiones y se refirió a la fuerte trepada del dólar blue, pronosticó una inflación en torno del 4,5% para los próximos meses y criticó al “lobbista” Martín Redrado porque sus ideas atrasan.
¿Qué pasó esta semana con el salto del dólar blue?
En realidad se acabó el efecto aspiradora que tenía el gobierno respecto a los pesos que estaban en el mercado emitiendo bonos en función ajuste dólar.
La gente, con excedente de pesos, vio que la inflación comenzó a subir y exigió otra tasa de interés u otros rendimientos, y ante la incertidumbre otra vez empezó a buscar la cobertura dólar que volvió a escalar.
El valor de 170/175 pesos es caro para la Argentina de hoy y es altamente preocupante porque el mercado financiero antes o después descuenta una devaluación. Y si esto no ocurre le exige al gobierno una corrección monetaria, algo que todavía no está ocurriendo. Por eso, por más bonos atados al dólar que hubiere, las bajas serán transitorias pero el dólar se va a mantener sostenido en los valores de hoy.
¿Afecta la tensión Guzmán-Pesce en la suba?
Claro que sí. El ministro de Economía, Martín Guzmán, y el presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, deberían ser uno sólo y funcionar con un plan. Uno atado al manejo de la base monetaria y el otro al manejo de la economía integral. Hoy esto no sucede y se está trabajando en un plan conciliador con el Fondo Monetario pero que es sólo un esbozo porque en el mientras tanto las decisiones del Banco Central, en función del ajuste de la base monetaria, no son del todo correctas.
La desaforada emisión de pesos para atender los efectos de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus y los desajustes generados por el gobierno de Mauricio Macri fue desmedida y no tuvo en cuenta los efectos posteriores.
La emisión no estaba mal para la crisis que tuvo que enfrentar el gobierno, pero debía ir de la mano de un plan de rescate del exceso de pesos que se puso en el mercado.
Como esto no pasó, la gente que tenía un excedente de pesos en el bolsillo fue primero a activos y luego a dólar.
Entonces, como el Banco Central corre detrás de la pelota, siempre ajusta después que las cosas pasen, estas son las consecuencias de una mala política. Por eso hoy vemos una brecha terrible del 110% entre el oficial y el paralelo, pero para los exportadores la brecha es del 180%. Además, la pérdida de divisas del Central es constante y hoy opera con reservas disponibles negativas.
¿La inflación sigue subiendo?
Sí. Seguramente vamos a ver en los próximos meses índices superiores al 3,8% de octubre en la inflación. Si bien este número es ponderado, cuando lo desarticulas se ve que uno de los rubros que más subió es alimentos con 4,8% y esto es lo más pega en el bolsillo de la gente.
Con la publicación del Índice Mayorista en los próximos días vamos a tener un panorama más claro del futuro de la inflación que probablemente se ubique en el 4% en noviembre y entre 4,5% y 5% en diciembre. Estas cifras serán la base de la inflación en el futuro.
Argentina es un país que funciona ante un aumento de costos. El empresariado toma un aumento de precios y el mercado lo consolida. El país al no tener competencia obligatoriamente cada suba de costos tiene aparejado suba de precios.
En ningún momento se piensa en mejorar la productividad o en ver cuánto vale la competencia porque no existe. Entonces, este sistema de funcionamiento de la demanda y la oferta hace que cuando estos procesos inflacionarios se enquistan en el país se mantengan y vayan paulatinamente aumentando hasta que aparece un plan de ajuste.
Este plan de ajuste, que vendrá cuando la pandemia haya casi terminado y se cierre con el FMI, nos va a dar un escenario más recesivo y por ende esta inflación va a estar aplacada. Pero, mientras tanto, en los próximo meses del año y durante el primer trimestre del año 2021 posiblemente la inflación oscile en el 4% promedio.
¿El Presidente va a ajustar como pide el Fondo?
No hay ajuste sin plan y cualquier plan que se haga debe tener dos parámetros básicos: uno debe ser el control monetario. El control de la emisión va la mano del control del déficit porque hoy nuestra fuente de financiamiento es la emisión porque no hay financiamiento externo. Y este déficit se encamina primero por el ahorro acotando el gasto del Estado que trae consigo un contexto muy recesivo.
Existen otros dos caminos para generar más ingresos: uno son los impuestos, que hoy sería imposible pensar porque la gente no los puede pagar.
El otro camino menos traumático para la economía es generar excedentes de dólares a través de la exportación y para que esto pase hay que tocar el tipo de cambio y volverlo más competitivo.
Los commodities agropecuarios (soja, maíz, trigo) están hoy en los niveles más altos de los últimos siete años y el país podría aprovechar esta situación para lograr mayores ingresos para el Estado.
Sería un momento conveniente para que los productores liquiden los stocks de soja y maíz que tienen acumulados aprovechando los precios internacionales con un tipo de cambio más competitivo.
¿Redrado quiere volver?
Martín Redrado es un lobbista permanente que siempre golpea la puerta de algún político tratando de volver a los gobiernos de turno. Redrado pasó por distintas gestiones y siempre tuvo distintas salidas, algunas no del todo exitosas. Pero, hay que reconocer que tiene capacidad intelectual que siempre va atado a intereses políticos determinados que no estoy tan seguro que sean los más adecuados para la complicada Argentina de hoy.
Más allá de la circunstancia del país, hoy la Argentina es un país vetusto, viejo, que vive más del pasado que de los proyectos realizables.
Debería tratar de modificar su forma de ver su situación económica hacia el futuro. El país siempre está rememorando el ‘yo fui’ y el ‘yo tuve’ sin saber que eso hoy no lo tiene.
¿Redrado es Massa?
Sí. Decididamente es la mano económica del presidente de la Cámara de Diputados y una persona muy allegada a él. Más allá del pensamiento político de Massa, Redrado representa a un grupo muy importante de empresarios ligados a Massa que no están tan ligados al pensamiento peronista que hoy gobierna el país.
Esta dicotomía Redrado ya la vivió cuando estuvo en el gobierno de Néstor Kirchner y Cristina Fernández. No hay sintonía entre el pensamiento peronista clásico y el kirchnerista, que es un peronismo contemporáneo, y lo que representa Massa y los empresarios que encolumnan a Redrado.
Su pensamiento es del atraso, de una Argentina neoindustrial de los años ‘70 que no fue exitosa, que no funcionó. Hoy repetir ese proteccionismo industrial sería repetir el mismo error. Si competimos con tornillos con Alemania seguro vamos a quedarnos afuera del mercado en un contexto de subsidios.
La Argentina para adelante tiene que ver otro modelo que pase por aprovechar los puntos fuertes que tiene. Puede generar una revolución exportadora y generar dólares y ser competitiva en el exterior.
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