“Gracias a la solidaridad de los misioneros y neuquinos hoy estoy con mis hijos”


Desde el domingo, Gabriela Bencina se encuentra junto a sus hijos y esposo realizando la cuarentena en su casa de Neuquén. “Todo el grupo familiar permanece aislado y con la asistencia de vecinos que nos hacen las compras y nos dejan las cosas en la puerta de la casa. Aislados pero en familia, felices”, resumió Gabriela durante una entrevista con el programa El Aire de las Misiones por la FM 89.3 Santa María de las Misiones.

Respecto a su regreso, precisó “en dos días llegué con mi familia, hay mucha gente que me escribe y desde mi lugar intento darles una mano. Mi recomendación es que en Misiones se contacten con los bomberos de Puerto Iguazú, ellos siguen ayudando. Les estoy eternamente agradecida”.

La historia de Gabriela se conoció la semana pasada cuando se viralizó a través de las redes sociales el dramático pedido de la mujer, que había venido en marzo a Misiones para acompañar a su madre por un problema de salud pero, una vez cumplido ese cometido, la etapa de aislamiento obligatorio impuesta en toda la Argentina la dejó aislada del resto de su familia, con la que vive en el Sur del país.

Desde ese instante, muchas personas e instituciones se movilizaron para ayudar a la joven eldoradense a reencontrarse con su esposo e hijos. “Lo que viví fue una odisea con un final feliz”, contó Gabriela. Y agregó “los bomberos voluntarios de Puerto Iguazú, se pusieron en contacto conmigo para decirme que tenían una plaza en un viaje”, el cual ya tenían programado hacia Buenos Aires, donde a su vez una avioneta particular fletada desde Neuquén la buscó para llevarla a la provincia sureña.

Finalmente, el domingo por la mañana, Gabriela abordó la aeronave propiedad de Daniel Castillo y pilotada por Osvaldo Marinetti, para iniciar el trayecto de tres horas que la llevarían al Aeroclub Neuquén, cuyo jefe de Operaciones, Sergio Fernández, se encargó de coordinar el viaje.

Movieron cielo y tierra, pidieron permisos, juntaron plata para el combustible y los vecinos se movilizaron. Todo fue solventado con el corazón de la gente y ahora estoy pisando suelo neuquino, al lado de mi esposo y mis hijos, realmente feliz”.

 

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