Con la firma del acta frente a escribana y con la presencia del abogado de la institución, el gerente local de Minicuotas Ribeiro y la presidenta de la comisión directiva de la Biblioteca Popular Posadas dieron fin a los largos meses de angustia que la situación había acarreado a la centenaria institución capitalina.
Luego de largas negociaciones, se llegó a un acuerdo de partes y la firma comercial entregó el local con equipamiento instalado para cancelar la deuda existente.
Tanto las incontables negociaciones de las últimas comisiones directivas como las sentadas protagonizadas por el personal y los socios fueron la moneda corriente a lo largo de los últimos meses. Es que la firma había dejado de pagar el alquiler en el mes de agosto del 2020, aunque ya venía abonando irregularmente el mismo desde el 2018, provocando que la biblioteca se desfinancie completamente para abonar los sueldos a su personal y para pagar sus gastos de funcionamiento, poniéndola en riesgo de cierre.
“Ahora se abre una nueva etapa, donde la llegada de un futuro inquilino asegurará la continuidad de la institución con todos los servicios que supo ofrecer a lo largo de toda su historia como centro cultural posadeño”, aseguran sus referentes, quienes se mostraron muy agradecidos “a socios, colaboradores y amigos, así como a las autoridades del Gobierno provincial, municipal y la comunidad toda, que acercaron palabras de aliento y ayuda económica para atravesar los difíciles meses“.
“Mucha incertidumbre”
En diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, la vicepresidente de la comisión directiva de la BPP, Silvia Carvallo, aclaró que “todavía hay mucha incertidumbre porque tenemos que buscar un inquilino y el mercado no está fácil, pero indudablemente el futuro va a ser mejor de lo que teníamos”, en referencia a la abultada deuda de Ribeiro que puso al borde de la quiebra a la Biblioteca.
Respecto al acuerdo firmado con la empresa, precisó que “para no continuar con el litigio judicial, tenemos que aceptar que nos entreguen la llave, con el local en perfectas condiciones y algunas instalaciones funcionando que según ellos saldarían parte de la deuda”.
“Nuestro sueño es poder reactivar ese local como centro cultural algún día”, reveló Carvallo, “pero por ahora habrá que seguir alquilando” y, hasta encontrar un inquilino, “vamos a seguir dependiendo de la buena voluntad de los socios -que cada vez tenemos mas- y del Gobierno”.
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