“Exportar para crecer es clave para el futuro de la Argentina”


El economista y máster en Negocios en Harvard, José Piñeiro Iñiguez, en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, analizó el entendimiento que firmó la Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que aún espera la aprobación del Directorio del organismo y del Congreso nacional.

“La terminología usada para anunciar el acuerdo dice una cosa, pero oculta otras”, expresó el exvicepresidente del Citibank que reclamó “un tipo de cambio en función de lo que el mercado dice que vale”.

 

José Piñeiro Iñiguez

¿Qué análisis hacés del acuerdo con el FMI?

Lo más importante es que se salió de este tema que debía cerrarse el día viernes pasado. Lo que se firmó con el FMI es otra cosa y no tanto lo que se dicen en los medios. Tenemos que entender que la deuda con el Fondo era impagable y la Argentina no está en condiciones de pagarla ni ahora, ni en un año, ni dos, ni en 4 años. El acuerdo que se firmó sólo sirve para tirar este problema hacia adelante y los términos que se pautaron y como fueron anunciados por el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el presidente de la Nación, Alberto Fernández, dicen una cosa, pero que ocultan otras.

 

¿Por ejemplo cuáles?

Aunque el ministro no habló de tasa de crecimiento o de baja del déficit fiscal, aunque sí del control del FMI a las cuentas del país, Guzmán puntualizó en su anuncio que hay que ahorrar u$s5.000 millones.

 

¿Puede el FMI pedir un ahorro en dólares?

Sería la primera vez que lo pone en un acuerdo. Argentina va a tener que tener un flujo de su saldo comercial positivo en dólares, aun mucho más que hoy, para llegar a ese ahorro y poder atender los compromisos de intereses del nuevo acuerdo.

 

¿Y eso qué significa?

Argentina cuenta con dos balancitas: la balanza de los dólares que es la diferencia entre exportaciones e importaciones y la balanza de los pesos que es todo lo que se maneja corrientemente dentro del país. Es decir, lo que se recauda en pesos y se paga en pesos. Para graficar, este último año Argentina creció con éxito al orden del 11% y las exportaciones también fueron buenas con u$s78.000 millones. Además, el saldo comercial ha sido muy bueno y llegó a u$s14.750 millones. Fue de los mejores que presentó en los últimos 20 años.

 

¿Y con todo esto alcanza?

Tu pregunta es la del millón. ¿Alcanza esto para el acuerdo que firmamos con el FMI? Respuesta simple y concreta: No. ¿Cuánto es en mi caja en pesos mi déficit medido en dólares? Argentina tiene un negativo en pesos hoy de aproximadamente u$s16.000 millones y tiene un positivo de casi u$s15.000 millones en la cuenta en dólares. Estructuralmente, Argentina siempre tomó su saldo exportador positivo para aplicarlo a la cuenta en pesos y si existiese alguna diferencia menor lo financia a través de un préstamo. Hoy por hoy Argentina estaría casi cerca de un punto de equilibrio en cuanto a sus gastos en pesos traducidos en dólares y a su exceso de exportaciones, medido también en dólares. Pero, ¿dónde están los u$s5.000 millones para poder cumplir con el Fondo y que me siguen faltando? ¿Cuál es el esfuerzo adicional que tengo que hacer para obtenerlos? Y la respuesta son aproximadamente u$s10.000 millones más de exportaciones.

 

¿Y por qué esa cifra?

La Argentina para producir un dólar exportable necesita 60 centavos de dólar de importaciones. Esto significa un esfuerzo titánico y no conseguible en el corto plazo. Si analizamos el valor del dólar blue y el dólar oficial, vemos que en los últimos 5 años el dólar informal creció un 66% promedio por año acumulado llevando su valor de $16 en 2017 a $217 este jueves 3. Mientras que el dólar oficial, que también valía $16 en 2017, hoy ronda los $110. Esto significa que el dólar oficial creció a razón de 47% por año promedio mientras que el blue creció 66,5% promedio. Esta diferencia de un 120% en 5 años precisamente marca el problema que Argentina tiene en sus ingresos en dólares. Si se actualizara el tipo de cambio oficial de las exportaciones a un valor parecido a $200, que es lo que vale el blue, la Argentina estaría obteniendo el doble de ingresos en pesos que medido en dólares le daría algo así como u$s6.000 millones en su cuenta en dólares para cubrir los famosos u$s5.000 millones que Martín Guzmán anunció.

 

¿La devaluación sería la solución al déficit?

La devaluación sería una de las soluciones para este problema. Otra sería exportar entre u$s10.000 y u$s12.000 millones más. ¿Esto es viable o no? En el corto plazo no.
Otra solución sería bajar el gasto estructural de la Argentina. Lo cierto es que el país tiene una sola solución hacia adelante que es el crecimiento. No se puede pagar deuda sin crecer porque sería someter a toda la población a más penuria de la que hoy tiene y es casi insoportable.

 

¿Se puede bajar el gasto en la Argentina?

Sí, se podría. Pero, ¿en qué condiciones está para hacerlo? Para entenderlo rápidamente: Argentina tiene 12.100.000 personas con empleos registrados y de ese total, unos ocho millones y medio corresponden al sector privado. Ahora, de esos 8.500.000, solamente 6.100.000 son asalariados privados y la diferencia, unas 2.400.000 personas, son monotributistas, autónomos, empleados de casa de familia e independientes. Ahora bien, estas 6.100.000 personas tienen que bancar a 21 millones de personas que cobran alguna prestación del Estado. ¿Entendemos la magnitud de esto?

 

¿Tiene solución este problema?

El gasto estructural de la Argentina es de muchos años y de difícil solución en el corto plazo. El sistema provisional, el sistema de estructura de gasto del personal del Estado es inviable. O se baja el número de las personas que cobran algún ingreso estatal o se genera mucho más trabajo para tener mayores empleos privados. Para graficar, en los últimos 5 años la pobreza y la indigencia fueron en aumento. En 2016 la pobreza era de 30% y en 2020 del 42% y la indigencia del 6,1% y estábamos muy mal. Hoy es del 10,5%. Entonces, el problema que tiene hoy Argentina no es reducir el gasto. Porque si redujera el gasto el país no crecería y es inviable poder pagar sin crecer.

 

¿Y entonces qué hacemos?

La Argentina se manejó estructuralmente con este gasto durante los últimos 5 años. Fue un viva la pepa. Gastó todo lo que pudo y cuando se le acabó la máquina de emitir tomó préstamos en el exterior, como el famoso préstamo de Mauricio Macri con el Fondo Monetario por u$s50.000 millones de dólares. Pero, ¿cuándo se hizo el déficit tremendo de la Argentina? Para tener una idea de magnitud: entre los años 2003 y 2008 Argentina tuvo superávit que rondó entre el 1,5 y el 3% por año. Esos años fueron de crecimiento a razón de 8/9% por año. Debemos ir a un modelo parecido a este. Sin embargo, entre 2016 y 2019, el déficit de 6/7% de PBI son los que nos llevaron al endeudamiento, al atraso, a la pobreza, a la indigencia, al menor empleo y a la inflación.

 

¿Es pagable los u$s50.000 millones del préstamo?

Creo que estamos todos de acuerdo que los u$s50.000 millones no se van a pagar nunca. Con la firma del acuerdo lo que hicimos, probablemente, fue trasladar el problema para más adelante y en algún momento otro presidente se va a sentar con el Fondo y le dirá que lo que tenía que pagar, y alguien le prometió, no va a poder ser. Desde 1956 el país tuvo un total de 26 refinanciaciones con el FMI y un default. ¿Cuántas veces el país cumplió el acuerdo que firmó? Nunca. Siempre fue pateando, y esta vez tampoco será diferente. Además, hoy partimos de la base que no se puede pagar.

 

¿Y qué se necesita para poder pagarle al FMI?

Primero tener las condiciones adecuadas para exportar. Que el Estado tenga una menor presión en las retenciones y, paralelamente, un tipo de cambio adecuado para que el producido de esa exportación represente un beneficio para el crecimiento del país.

 

¿Hoy necesitamos a un Remes Lenicov?

Remes Lenicov, el ministro de Economía durante el mandato del presidente Eduardo Duhalde (2002-2003), es la piedra angular en la economía argentina. Fue la única persona que pensó diferente en cuanto a encontrar una solución a los problemas estructurales. Tuvo que hacerse cargo del default declarado por el gobierno de Fernando De la Rúa, las cuentas bancarias bajo el “corralito”, bancos cerrados y una situación social, político e institucional extrema por el derrumbe de la Convertibilidad el 20 de diciembre de 2001.

 

¿Cómo impactaron las medidas de Lenicov?

Aunque después lo suplantó Roberto Lavagna en la cartera de Economía, y fue quien capitalizó lo que inició Remes, Lenicov en aquel momento salió del 1 a 1 y pasó al 1 a 4. Esa fue la dimensión de la devaluación en 2002. También implantó las retenciones, que eran cero en ese momento, y las llevó al 20%. Solamente estas dos medidas tuvieron un impacto en la Argentina que generó trabajo, política exportadora, crecimiento, superávit en la balanza comercial en dólares y en la balanza en pesos. El producido de esas medidas fueron los cuatro años del gobierno de Néstor Kirchner que creció al 9% por año durante 4 años sostenido con los superávits paralelos en la cuenta en dólares y en la cuenta en pesos. Era como una panacea, algo impensable en la Argentina. En ese momento no pagábamos la deuda externa porque estábamos en una refinanciación, que después hizo Lavagna. Además, generamos ahorros, producto de ese crecimiento, y se canceló totalmente la deuda con el Fondo Monetario.

 

¿Qué pasó después?

Después de Remes Lenicov Argentina crecía al 9%. Quizá la gente se olvidó pero había superávit y se notaba el crecimiento en la calle. Pero, ¿qué pasó en los dos últimos años del gobierno de Cambiemos? Entre 2017 y 2019, en la prepandemia, vos notabas el hambre en la calle y, por más que el FMI le dio u$s50.000 millones a Mauricio Macri, que sirvieron entre otras cosas para fugarlo; no había circulante, no había crecimiento, había atraso y había mediocridad. Bueno, ¿con cuál de los dos escenarios con las recetas me quedo? Remes arrancó con el 1 a 1, que es muy lindo, pero para la realidad no funciona. Entonces fue a una realidad más funcionable, el 1 a 4. Ahora la distorsión es más pequeña y mucho más fácil de arreglar que en esa época. Lo peor que nos podría pasar hoy es que busquemos otro momento donde la distorsión sea más grande y tengamos que ajustar igual haciendo un esfuerzo todavía mayor.

 

¿Podemos volver a modelo Remes?

En 2002, con esas medidas, se encontró lo que la Argentina tuvo siempre: durante 100 años fue un país exportador. Pongamos el ejemplo inverso. ¿Qué pasó en el período de Mauricio Macri? ¿Cuál fue el grave error entre 2015/2019? Su gestión tuvo años de déficit del saldo comercial de u$s9.000 millones. La Argentina importaba más de lo que exportaba y lo financiaba con préstamos externos. La economía de entonces, con el mejor equipo de los últimos 50 años, decrecía a razón de 2,8% por año del PBI. Son los dos espejos diferentes que hubo en la Argentina: la administración de gobierno de Néstor Kirchner y la gestión de Mauricio Macri.

 

¿Estamos condenados con el préstamo macrista?

Cuando vos no tenés las exportaciones que sustenten un alocado gasto de forma estructural, obligatoriamente tenés que tener una tía o un vecino que te preste u$s50.000 millones y cuando no le pagas ese préstamo estás fundido. Tenés que ir al ajuste obligatorio. Recordemos qué pasó con el gobierno de la Alianza para el Trabajo, la Justicia y la Educación (1999-2001) cuando José Luis Machinea fue ministro de Economía (1999-2001) y lo sucedió Ricardo López Murphy en el cargo. Ambos funcionarios fueron al ajuste del gasto. Era ajuste, ajuste y ajuste. ¿Y qué pasó? La economía se retrajo, no tuvo crecimiento y, obligatoriamente, no tuvo saldo exportable y a la Alianza le pasó igual que a Macri: tuvo que pedir un préstamo al Fondo Monetario. ¡La pauta de crecimiento no se negocia nunca! El Fondo no lo pide, pero debemos devaluar? En ningún momento se habló de devaluación, pero sí de un compromiso de tener un ahorro en dólares que hoy no hay y las reservas del Banco Central lindan lo negativo. Para acumular reservas tenés que exportar y generar un superávit en dólares que cuando lo pases a pesos puedas pagar todo el déficit estructural de la economía en pesos.

 

En la exportación está la solución

Argentina tiene que tener un desarrollo exportador con una economía social sostenible. Hoy no hablamos de hacer grandes milagros, pero en este contexto de pobreza, indigencia y desocupación, no hay que dejar de ver el panorama social. Tenemos que tener un país altamente exportador que sea socialmente sostenible.

 

¿Subir el dólar oficial mata al blue y soluciona las reservas?

La pregunta es muy buena para aclarar ciertos puntos. Por más que yo ajuste el tipo de cambio, Argentina va a seguir teniendo los mismos dólares en el Banco Central. Su problema de dólares es un imposible porque no puede generar más dólares en las condiciones que está. Tiene que llevar el valor del dólar a un punto tal que la economía sea funcional a las expectativas que tiene el Gobierno y a los compromisos que estableció.

 

¿Y cuál sería hoy un dólar adecuado para crecer?

Si tomamos estos últimos cinco años, en el año 2017 el dólar blue y el dólar oficial valían $16. En estos 5 años la dispersión hizo que un dólar respecto del otro perdiera 120%.
Ese valor del dólar que se perdió es lo que subvenciona un montón de gastos superfluos en la Argentina.

 

¿Y cuánto sería ese monto hoy?

Cualquiera de los portales de noticias dice que el dólar blue vale alrededor de $217. Eso es lo que dice el mercado que vale. Si yo ajusto la economía al valor real haría que la Argentina fuera accesible para poder cumplir sus compromisos. Los importadores tampoco demandarían tantas cosas superfluas, sino insumos más imprescindibles. También obligaría al empresario local a tener una política de cambiar importaciones por producción local, porque hoy es más fácil buscar un producto importado que producirlo. Y eso no es un país lógico, es un país ilógico. Te voy a definir con algo que me pareció muy interesante y es que una sociedad de avanzada no es aquella donde los pobres no tienen auto, sino donde hasta los ricos pueden viajar en colectivo. La Argentina tiene que cambiar parámetros de pensamiento. No es sólo tomar cuatro o cinco medidas de Gobierno.

 

¿Cómo impacta la renuncia de Máximo Kirchner en el Fondo?

La renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque oficialista en el Congreso habla de principios ideológicos. Nunca hay que mezclar lo técnico con lo ideológico.
En esta refinanciación no había mucho más para hacer y terminó, de alguna manera, con ventaja para Argentina. El préstamo original era de u$s57.000 millones y pagadero en los tres años del gobierno siguiente. ¡Una locura!

 

¿El nuevo acuerdo es viable para el país?

Estuvo bien negociado. El Fondo Monetario tampoco podía exigir un ajuste del gasto muy profundo que traiga más pobreza, menor empleo y que afecte las pautas de crecimiento del país. El acreedor sabe que la única chance que tiene de cobrar intereses es a través del crecimiento.

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