La inflación y la falta de materiales y nafta afectan el desempeño de la construcción


SE REACTIVA. Obras privadas sostuvieron un ritmo excelente durante la pandemia y este año se observa fuerte crecimiento de las públicas.

Si bien la construcción se viene recuperando lentamente en Misiones, con un incremento en el empleo, aunque todavía por debajo del promedio histórico de trabajadores registrados, hay algunos inconvenientes que afectan el desempeño de la actividad y causan preocupación como, por ejemplo: la permanente inflación, la escasez o demora de materiales y la falta de cupo para combustible.

Ayer se conocieron los números del Instituto de Estadística de la Construcción, los cuales revelaron que en febrero se alcanzaron 8.336 trabajadores registrados, representando un incremento de 8% respecto a enero y 31% más que el mismo mes del año pasado. Sin embargo, el número al cual se pretende llegar oscila entre 9.500 y 10 mil trabajadores registrados, que es el promedio histórico.

Al margen de esto, los empresarios esperan que los inconvenientes mencionados se vayan solucionando. Pero mientras tanto, deben sobrellevar diferentes inconvenientes para trabajar.

Al respecto, Nicolás Dei Castelli, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción en Misiones, señaló que “con este nivel tan alto de inflación que tenemos en la Argentina, lo primero que se mira para participar de una licitación es el mecanismo de redeterminación de precios”.

La redeterminación es un sistema de ajuste mediante el cual las empresas justifican que los precios de sus obras se deben actualizar por la inflación de los salarios, los materiales y otros costos.

“Tenemos una inflación de 5% mensual y la redeterminación es lenta porque hay que presentar mucha documentación. Si tenemos todos los meses 5% estamos llenando de papeles. Por lo menos cada dos meses estamos presentando pedidos de redeterminación. Estamos buscando con el ministro Adolfo Safrán (Hacienda) alguna forma de hacerlo más simple porque es un problema que nos impacta fuerte”, dijo Dei Castelli.

En declaraciones a FM 89.3 Santa María de las Misiones, el empresario indicó que en una licitación “uno puede analizar cuánto cuesta ejecutar la obra, pero en un plazo de 12 meses tenemos 50% de inflación. Los materiales te cambian automáticamente el precio, entonces uno toma los recaudos. Siempre estamos hablando de la redeterminación porque la inflación nos condiciona”.

Explicó que, en general, aumenta todo pero “lo que más miramos son hierro, chapa, perfiles y cemento. Son materiales que están en el 100% de las obras y tienen un impacto directo en los precios”.

Además, recordó que “tenemos el inconveniente de la forma de pago, porque antes podíamos pagar a 30 o 60 días. Hoy es cero directamente sino no bajás el producto”.

Dei Castelli dijo que siguen faltando materiales: “No estamos como hace un año que era terrible, uno termina comprando donde hay y tratando de hacer una previsión con más tiempo de anticipación que antes. Hoy, conseguir que traigan materiales en un mes es un lujo cuando en la pandemia no te podían decir ni cuándo vendrían”.

Y reconoció que “hoy tenemos otro inconveniente grave que es el combustible que está costando conseguir y es elemental para nuestra actividad”. Hay días que no hay y otros se demora horas en conseguir.

 

Salarios promedios en el sector de la construcción

La consultora Politikon publicó ayer un informe con datos del IERIC (Instituto de Estadística de la Industria de la Construcción) con datos de actividad y salarios. Se destaca en el trabajo de Politikon que “en línea con el comportamiento mostrado en los dos últimos meses, el salario real volvió a sufrió una caída a nivel país, que fue en este caso del 2,9%, explicada mayormente por el crecimiento del índice de precios y la inexistencia de nuevos aumentos salariales en el marco del convenio paritario. Esto se da tras varios meses de incrementos reales en el primer semestre del 2021, que fueron desacelerando hacia el tercer trimestre y finalmente entraron en terreno negativo hacia finales de año y principios del corriente”.

Para el caso de Misiones, la provincia tuvo una caída del salario real de 1,2%, una de las caídas más bajas del país. Sólo Chaco cayó menos (0,6%) Al igual que los datos referidos por Dei Castelli, los que muestra Politikon también refieren a la macroeconomía.

“Este resultado se repitió en la mayor parte del territorio: visto por jurisdicciones, apenas seis de éstas lograron incrementos interanuales del salario real. El ranking de provincias está liderado por Catamarca (+19,7%), Corrientes (+6,0%) y Jujuy (+5,3%). Más atrás, también con subas, quedaron Formosa (+2,6%), Salta (+2,1%) y Santiago del Estero (+1,2%). Estos datos ratifican la mejor situación del Norte Grande en relación con otras zonas del país, ya que las únicas provincias que crecen corresponden a esa región”, explica el informe.

“Entre los dieciocho distritos que exhibieron caídas reales, la más severa se vio en La Pampa, única en caer en doble dígito (-16,2%)”, finaliza Politikon.

 

Situación de la mano de obra

Dei Castelli aclaró que “no tenemos inconveniente en conseguir mano de obra” pero anticipó que en breve iniciará la construcción de 1.500 viviendas “y ahí veremos qué pasa con la mano de obra”.

Contó que durante la pandemia, con la disminución de obras estatales, muchos se volcaron a las “changas” informales y siguen con esa metodología hasta hoy, debido a una gran actividad de pequeñas obras privadas.

“Si todo vuelve a la normalidad, habría que ver cuando necesitemos los 10 mil si tenemos los 10 mil”, expresó.

En otro aspecto se refirió a la calificación de los obreros misioneros y destacó que la Cámara trabaja en conjunto con el gremio de la UOCRA donde funciona una escuela de capacitación. “El gremio nos consulta qué rubro necesitamos y ahí capacita. Nosotros desde la Cámara recibimos un listado y vamos probando trabajadores y así le damos una devolución de cómo está funcionando su escuela”, señaló.

Y por último sostuvo que se está elaborando un plan con el Gobierno para que los trabajadores no pierdan beneficios sociales, como los planes, cuando se incorporan al trabajo formal.

“En el caso de la construcción uno podría tomar hasta 10% de la masa que tiene de trabajo. Es limitado, pero se busca dar prioridad a los que no tienen y son obreros calificados. Con esto se puede volver a recuperar a esos trabajadores sin que pierdan los beneficios”, finalizó Dei Castelli.

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