“Con la Ley Justina todos somos donantes, ya no se consulta a la familia”


El doctor Luis Esquivel, director del Centro Único Coordinador de Ablaciones e Implantes de Misiones (CUCAIMIS), dialogó esta tarde con el programa Primera Plana que se emite en FM 89.3 Santa María de las Misiones se refirió a lo sucedido en el SAMIC de Oberá, donde a una empleada de ese nosocomio se le determinó la muerte cerebral y por ende comenzaron los trámites para la ablación de sus órganos en cumplimiento a la Ley Justina. Sin embargo su familia se negó e incluso denunció a los médicos. Todo esto demoró el proceso y terminó truncando la ablación e impidió que otras personas puedan salvar sus vidas.

La Ley Justina explicita que podrá realizarse la ablación de órganos y/o tejidos, a toda persona capaz mayor de 18 años, que no haya dejado constancia expresa de oposición a que después de su muerte se realice la extracción de sus órganos o tejidos. Además la norma sancionada en julio de 2018 suprimió el requisito  de certificación familiar de  que la persona fallecida no hubiera expresado una última voluntad en la que se oponía a la donación, esto quiere decir que se liberó a los deudos de tomar una decisión muy difícil en un momento tan crítico.

Ya no se consulta sobre la voluntad de la familia, la ley no dispone ese tipo de actitud que antes eran reglamentaria. La ley 27. 447 determina que cada uno es responsable de su propia decisión en vida para después del propio fallecimiento y se descarga de las familias esa responsabilidad tan crítica en un momento tan doloroso, donde tomar decisiones es complejo. La familia no tiene necesidad de decidir”, explicó Esquivel.

Ante la muerte cerebral la familia del paciente pasa el duelo por diversas etapas. La primera es la negación, “es decir uno le dice a la familia que su familiar falleció y si lo ve en terapia intensiva conectado a aparatos no puede creer que falleció”. Luego posiblemente hagan la segunda etapa que es el rechazo a la posibilidad de ablación. Todas estas etapas son reacciones naturales del ser humano y por eso en ese momento tan doloroso es necesario el acompañamiento de los profesionales que teniendo en cuenta esas etapas se encargan de acompañar a la familia, darles las explicaciones de qué es y cómo se realiza el proceso de ablación.

Esto es lo que en el caso de lo ocurrido en Oberá no sucedió. Al respecto el  director del CUCAIMIS dijo que aparentemente hubo intervenciones de terceros, de personas ajenas al hospital, que impidieron que la familia transite ese duelo con el soporte y acompañamiento de los profesionales del hospital de Oberá, que tienen “una calidad humana y científica de excelencia”.

“La oposición a la donación ocurre ocasionalmente, no es lo más común pero ocurre, la reversión  de esa especie de oposición también ocurre muy frecuentemente, pero este fue un caso especial donde hubo terceras partes que interfirieron en los procesos que pueden llevar órganos de una persona fallecida a una persona que tiene la oportunidad de vivir de nuevo”.

“Lamentablemente alguien se llevó a la familia del hospital o la indujo a irse y no volvieron por tantas horas que se perdió la vitalidad de los órganos y no se pudo   concretar un operativo que seguramente hubiese salvado muchas vidas”

Durante la entrevista con la radio de PRIMERA EDICIÓN, el presidente del CUCAIMIS se refirió en varias oportunidades a los familiares de la mujer fallecida, lamentando que no hayan podido ser acompañados por un proceso de contención para su duelo.

“Esperamos que transiten rápidamente ese dolor, hasta que encuentren paz en esa pérdida. Los comprendemos, no justificamos la oposición, pero la comprendemos cuando está intervenida por otros factores”, expresó.

“Desde la sanción de la Ley Justina todos somos donantes y la expresión que se haya dado en vida es la que los médicos deben cumplir. Si hubo ausencia de expresión, la Ley Justina presume que todos somos solidarios y por lo tanto si no nos expresamos en contra, somos donantes”.

“La familia tiene el derecho de expresarse pero los médicos no tenemos derecho a violentar o ignorar la ley, podemos ir presos”, explicó el profesional.

La entrada “Con la Ley Justina todos somos donantes, ya no se consulta a la familia” se publicó primero en Primera Edición.