“Que el artista tenga a la danza como parte de su vida, y no del último momento del día de su vida, es muy importante”


El Ballet Folclórico del Parque del Conocimiento cerró el año cargado de actividades, pero lleno de emociones. Con la búsqueda de la excelencia constante en sus performances y dejando todo sobre el escenario que le toque, es cada vez más demandada su presencia en los variados eventos.

El elenco del ballet tiene 36 participantes, entre bailarines, coreógrafos y equipo técnico, pero la importante cara visible del grupo es Luis Marinoni, director del Ballet Folclórico del Parque y también del Ballet Oficial de la Fiesta Nacional del Chamamé, quien hizo un balance anual durante una visita este jueves a la FM 89.3 Santa María de las Misiones.

Primero, manifestó que “estamos transitando un fin de año con lindas emociones que tiene que ver con todo lo sucedido, porque el área del Ballet folclórico del Parque, ya en su momento cuando se creó fue algo muy novedoso y hemos llegado en sus inicios a 125 funciones anuales y es un trabajo inmenso, por lo que cada vez nos estamos afianzando más en los espacios, en los lugares”.

Destacó que este año “maravilloso” tuvieron 286 actividades en total, “que nos pone muy felices porque significa que el proyecto funciona y es abrazable”, destacó y agregó que “cada vez que vamos con el ballet a lugares recibimos lo mejor de la gente, de las organizaciones”. Y eso se traduce en demanda, por lo que “tuvimos más de 120 pedidos para contar con el ballet”, dijo.

El ballet se maneja con una agenda adaptable durante el año, “porque permanente hay cambios de todo tipo”, entonces “no tenemos una cultura de organización, generalmente nuestra agenda se va adaptando a una actividad”, confió Marinoni.

 

La importancia de un espacio específico para crear arte

En otro tramo de la charla con la radio de PRIMERA EDICIÓN, el ‘Maestro’ destacó que trabajan con poco descanso, por lo que es primordial la preparación física del elenco.

“Nuestros ensayos tienen que ver con clase y ensayo, o sea, prepararse físicamente para lo que va a pasar, porque es muy importante la preparación y formación. Y algo muy notorio es que hemos tenido el 98% de asistencia del elenco, que es un compromiso no solamente elenco y del área del Parque sino de sus empleados”, afirmó.

Asimismo, resaltó lo esencial de tener espacios creados específicamente para el arte y la cultura, como los hay en Misiones y que otras provincias no los tienen. “El Parque del Conocimiento tiene un lugar para la construcción y el fomento del arte constante, y allí está el ballet del Parque trabajando con sus empleados en donde cada uno vive de esto y eso es muy importante poder contenerlo: que el artista pueda pensar en que la danza forma parte de su vida, y no del último momento del día de su vida”, expuso Marinoni.

Como ejemplo, explicó: “entendemos que el bailarín que trabaja todo el día en diferentes actividades y luego se va de 20 a 21.30 a una actividad cultural que lo que busca es recrearse, sacarse un poco todo lo que ha tenido durante el día, es súper valioso: que pueda pensar solamente en su arte. Pero, la diferencia está -según Marinoni- que, tener a la danza como estilo de vida, trabajar de esto, “el resultado es distinto, porque hay un pensamiento que tiene objetividad, y ese pensamiento pasa también por lo muscular, entonces hay todo un trabajo de conciencia que hace a la excelencia que trabajamos permanente, pero que nunca llegamos”.

 

La puesta a punto de las obras… para que sean eternas

Marinoni contó además la importancia que tiene dar un espectáculo a nivel técnico e interpretativo que se merecen los misioneros. Antes de volcarlo a escena, se preguntan: ¿qué contamos?, ¿qué queremos que la gente sepa a través de nuestra danza?

Con tantos artistas misioneros de peso, “como Ramón (Ayala), que se nos fue hace poquito, ¿cómo nos paramos?, ¿cómo captamos su inmensidad que la entregó durante toda su vida?, ¿cómo nos paramos los artistas de la danza frente a su inmensidad?, Lo hacemos contando la danza de la mejor manera que podemos y mirándonos con la lupa de la mejores compañías del mundo”, resaltó.

A su vez, resaltó que el ballet folclórico crea o rememora obras que perduren, que no sigan modas, que es en definitiva lo que que busca el público al asistir a las performances.

“Desde la época de pandemia en adelante, hay nuevos coreógrafos en el ballet y eso a mí me hincha, porque son los propios bailarines los que ponen sus obras y los ponen con un compromiso y con una responsabilidad que eso es lo que más me gusta. Realmente están pensando qué es lo que van a hacer, no es un contenido más para el año, ponen toda su inteligencia como profesionales a favor de sus puestas y creo que es un poco el resultado de lo que sucede también con las puestas mías”.

En lo personal, dijo que “yo soy muy obsesivo con eso y trato todo el tiempo de que las obras sean obras que perduren, que sean eternas. Nunca pienso una obra que esté atada a la moda, porque creo que la moda es efímera, o sea, la moda va mutando permanentemente porque es su impronta”.

Sin embargo, “la danza folclórica, más aún con el motor que tenemos, que tiene que ver con la identidad, siento que es importante andar el hoy, pero sin perder el eje de la identidad del ayer. No podemos entendernos si no entendemos lo que sucede con nuestros abuelos, si nosotros no sabemos escuchar lo que nos dice nuestra mamá en la mesa, nuestra abuela cuando está sentada tomando un mate y nos cuenta una historia de su vida, no podemos ser ajenos a eso”, manifestó.

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