El Hogar Santa Teresita tuvo una alegría, en medio de su crítica situación


“Cuando todo parece jodido, es cuando hay que poner”, dice el fragmento de una canción y en este caso fue tal cual. Días atrás, el Hogar Santa Teresita de Posadas solicitaba la colaboración de la comunidad debido a las grandes carencias que padecen 40 niñas que allí viven hoy.

Sumado a los altos costos de las tarifas de agua y luz, a las que no pueden afrontar, se suman la falta de alimentos, ropas, artículos de higiene personal, que ponen en jaque al hogar, un emblema de la ciudad. El desesperado pedido tuvo llegada a los corazones de los ciudadanos posadeños, a empresas y a otras organizaciones que dieron una alegría al hogar, en medio de la crisis.

“La verdad estamos con el corazón que explota de alegría. La respuesta de la comunidad al pedido que hicimos, y que ustedes, gracias a Dios, con los medios nos ayudaron, fue extraordinaria”, expresó Nora Molina, directora del Hogar Santa Teresita a la FM 89.3.

“Yo, en alguna oportunidad, dije que confío mucho en la comunidad de Posadas y de misiones, en general. Siempre fue solidaria, siempre apoyó la labor que hacemos en el hogar“, sumó.

Para retratar las carencias que sufren estos días, dijo que “creo que es la primera vez que la olla llegó hasta el final, rascamos y ya no había nada más para rascar”. Pero este momento también enaltece en el corazón de la comunidad, “la experiencia es que cuando la crisis nos afecta a todos, yo creo que nos toca esa fibra de sensibilidad y la gente se acerca. Emociona ver gente que se acercó con un paquetito de arroz. Es lo que yo tengo, pero de esto lo doy. Todo es bienvenido”, destacó.

“Les agradecemos como comisión y como familia del Santa Teresita a todos los medios que se prendieron en esta campaña. Fue una ayuda inmensa. Hubo gente que se comunicó con benefactores, por ejemplo, de fuera del país. Y que a través de familiares acercó a hacer una donación”, contó.

 

Qué más necesitan 

Si bien la ayuda de la comunidad, del gobierno y de otras instituciones llegó esta vez excepcionalmente, buscan que la colaboración pueda ser continua a través de los socios.

En este inicio de clases, las niñas necesitan indumentaria y útiles escolares, “todo nos sirve”, dijo Molina. “Zapatos escolares, todo lo que es escuela, aunque sean usados. Número 32, 33, imagínate que tenemos chiquitas de 4 a 17 años; medias azules, hojas de carpeta, lápices de colores (…) Teníamos una pequeña reserva, pero muchas mamás no se encuentran, si bien recibieron ayuda, a veces son muchos chicos y esa ayuda también tiene que estar desviada para alimentos o para otras necesidades de la familia. Son cosas que uno dice ‘no me sirve más’, pero a nosotros nos sirve”, aclaró.

Durante los últimos días llevaron a cabo una movida para vender roscas de Pascuas para recaudar fondo y “superaron todas nuestras expectativas”, contó Molina, tras la colaboración de los socios que siempre están y de los nuevos que se sumaron ahora luego del pedido de ayuda. “Gracias a eso hicimos una buena cantidad de socios, y con eso aseguramos también que mensualmente esa gotita que llega por mes, es una ayuda para saber que contamos con ese respaldo económico”, confió.

“La gente se acercó para las roscas, se acercó a traer donaciones. Hace una semana desde que empezamos, no necesitamos comprar carne, que es una maravilla”, expresó. En ese sentido, la directora del Hogar invitó a otros a sumarse como socios a través del 3764286537.

 

Un apoyo para las niñas y las familias 

Molina explicó que la actual situación del hogar no es solamente económica. “Yo veo que se juntan varias cosas, generalmente crisis personales, crisis familiares, y la situación económica que se suma a esta crisis, a esta sensación de impotencia de muchas madres de no saber cómo ayudar o cómo contener a sus hijas. Entonces para eso se acercan al hogar buscando ese tipo de ayudas”, explicó.

A su vez, mencionó que tienen distintas modalidades de soporte: las internas, que se quedan de lunes a viernes; las de hogar de día, que van a la mañana y luego se retirar a la tarde; y las que niñas que están judicializadas, que se quedan en el hogar hasta que se resuelva su situación judicial.

“No vamos a reemplazar nunca, ni queremos reemplazar a una madre, a un padre, a un abuelo, a un familiar, sí ser simplemente un apoyo a esa persona, esa institución que está detrás de una familia, para poder darle una cierta tranquilidad en disfrutar de los hijos”, resaltó.

Agregó que “las niñas no pierden contacto con la familia, mantienen su vínculo parental, entonces podemos acompañarla toda la primaria, toda la secundaria, y en algunos casos, si la niña quiere, también una carrera universitaria o terciaria. El techo le ponen ellas. Ellas tienen que poder soñar y tener un proyecto de vida donde el problema económico no sea un límite”, expresó.

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