Los delitos rurales siguen creciendo en diferentes puntos del territorio provincial según denuncian los productores de diversas actividades. Así, el robo de ganado, yerba mate, e intentos de usurpación de tierras se reiteraron esta semana.
Por ello, Jorge Pozzer, un productor ganadero de Eldorado, denunció el robo de 33 vacas de su chacra. Hizo responsable a su vecino, de forma directa y judicial, por la sustracción del ganado para comercializar la carne en las carnicerías de la ciudad.
“Está muy claro que afloja el alambrado, hace pasar el animal vivo y lo carnea para vender en las carnicerías del pueblo. En muchos casos los propios carniceros mandan a robar las vacas. Puede haber carne clandestina pero no mal habida. Viene un carnicero y me la compra, pero mientras no tengamos blanqueado todo eso, pueden seguir comprando vacas robadas. Sigue sin blanquearse la venta”, comentó Pozzer a FM Show.
En el mismo sentido criticó que “cuando van y compran desde el gancho, no se sabe de dónde viene esa carne. Ninguna carne tiene sellos en el interior. Aunque tengamos departamentos de bromatología, no se ponen sellos. A mi vecino una sola vez lo detuvieron en el calabozo porque tenía una de mis vacas en su patio. No la pudo vender. El comisario de ese momento lo tuvo seis días preso, pero salió”.
Por otro lado, contó: “Yo no hago vaca gorda para carnicería, yo hago vaca de cría. Una vaca de ternera me cuesta 80 mil pesos, cada una. Si a mí me roban el ternero puedo pensar cualquier cosa, pero si me llevan una vaca, me roban la fábrica”.
Mudas de yerba sustraídas
El productor yerbatero Leandro Holl denunció haber sido víctima de robos de mudas de yerba en dos ocasiones, la última vez a 50 metros de la comisaría de Campo Ramón.
Al respecto, Cristian Klingbeil, integrante de la Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones (APAM), en diálogo con PRIMERA EDICIÓN, recalcó que “esto parece una joda total, es algo que desalienta al trabajo, porque uno fertiliza la planta, se corta bien, y vienen y roban los gajos, la hoja verde. Se hace la inversión para plantar las mudas y las roban”.
“Las mudas robadas es un mal negocio, el que viene, arranca y roba después la vende, alguien compra, pero no le sirve a esa persona que compra porque solamente va a prender el 25% de esas plantas, el resto se muere debido a que ya sufrieron un impacto y movimiento de sus raíces. Si son arrancadas para volverlas a plantar en realidad no subsisten”, aclaró y añadió sobre la problemática en general que “estos hechos son angustiantes porque no sabemos cómo hacer para tener algo con la idea de mejorar la productividad y los ingresos”.
Ocupación de terrenos
El pasado martes la Policía de Misiones frustró un nuevo intento de usurpación de tierras, en la zona de Paraje Cuatro Bocas, Montecarlo. Según las primeras informaciones, un grupo de aproximadamente 50 personas habría intentado instalarse en una propiedad de la familia Völm, en Línea Aterrada.
Los vecinos alertaron de la situación a la Policía, que actuó rápidamente retirando a las personas involucradas que, por su parte, indicaron pertenecer al Frente de Organizaciones en Lucha (FOL).
Entrevistado por FM 89.3 Santa María de las Misiones, Sergio Delapierre, referente de los Productores Autoconvocados por Delitos Rurales, señaló que “afortunadamente los vecinos de las chacras donde se estaba por producir el ilícito dieron aviso al grupo de Whatsapp de autoconvocados y a la policía de Montecarlo. Rápidamente concurrió la policía y se pudo evitar que se instalen las más de 50 personas que tenían la intención de usurpar el terreno”.
Sobre la modalidad en los intentos de usurpación, destacó que “los vecinos ya entran a sospechar cuando ven caminando a un grupo de más de 10 personas juntas, porque generalmente los que viven en la chacra por naturaleza son de desconfiar de los extraños. Por suerte funciona bien el grupo de autoconvocados, se va dando aviso entre los productores y todos nos enteramos al mismo momento”.
Los usurpadores “intentan meterse en lugares que ven desocupados, que tengan fácil acceso a la energía eléctrica, y un camino. No se meten en lugares muy apartados, porque son gente que está acostumbrada a vivir en los pueblos. No son rurales”, advirtió Delapierre y añadió: “Uno se da cuenta por el tipo de vestimenta que usan, las mochilas, que son propias de alguien que vive en un barrio”.
“La gran falla es de nuestro Poder Legislativo que debería estar generando una solución para esto. No es nada utópico ni difícil, se tiene que comprar tierras estratégicamente ubicadas al sector privado, hay quienes las venderían, y que luego el Gobierno, incluso a través de los propios municipios, organice parcelas productivas para dar el acceso a la tierra a la gente que realmente quiera trabajarla”, opinó.
Para finalizar, subrayó que la intención “es reformular esta idea para presentarla como proyecto de Ley, porque pienso que es algo que se puede hacer. Es cuestión de organizarse para aprovechar terrenos que están cerca de los pueblos”.
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