Leer sin entender: una problemática que repercute con fuerza en los universitarios


Las dificultades de lectura, escritura y comprensión son una de las mayores problemáticas que afronta el sistema educativo, algo que se vio reflejado en los resultados de las últimas pruebas Aprender; pero que a su vez, impacta con más fuerza en los estudiantes universitarios ya que comienzan a manipular textos de mayor complejidad y porque por motu proprio acuden a una universidad para recibirse de la carrera que eligieron.

“El problema de leer, pero sin entender lo que se lee, le pasa a una gran cantidad de personas y tiene un nombre: es un nuevo tipo de analfabetismo”, indicó la escritora y profesora universitaria Evelyn Rucker en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones. Es así que mientras se utiliza el término analfabetos virtuales por aquellos que no saben utilizar las herramientas digitales y las redes sociales, este es un nuevo tipo de analfabetismo, que queda expuesto sobre todo cuando los alumnos tienen que resolver consignas, incluso las más fáciles.

“En este momento hay un movimiento, yo doy clases en primeros años de la facultad en distintas carreras que no tiene nada que ver con las letras y vemos todo el tiempo lo que les cuesta a los chicos la comprensión de textos”, explicó.

Por otro lado, los problemas de lectocomprensión forman parte de un “combo que no se puede separar” y que implica también dificultades para expresarse correctamente en la oralidad y escribir de forma coherente y adecuada.

 

Una tema de larga data

Como ocurre frecuentemente, se suele culpar a la pandemia de estas deficiencias en el sistema educativo, sin embargo, docentes plantean que el estado de situación viene desde hace mucho tiempo.

“Esto viene de antes y se inicia a raíz de que no hay casi lectura por placer porque entramos a la primaria y leemos mucho (es mentira que no se lee), pero se lee por obligación”, explicó Rucker recordando que éste debe ser un ejercicio que debe comenzar en la casa.

Es así que, en la “pandemia de la no lectura”, influyen un montón de factores como por ejemplo el poco tiempo que tienen los padres para leer y conversar con los hijos; la prevalencia del tik tok y, anteriormente, la televisión que mantenía entretenidos a los niños.

“No en todas las casas se lee, es ahí, y en la primaria, donde tenemos que trabajar más la lectura por placer: contarles cuentos a los chicos y que puedan leer sin tener que hacer un análisis sintáctico luego, sino sólo conversar y charlar, discutir, preguntar; un espacio que en las escuelas no existe hace muchísimos años”, expresó en referencia a que es muy frecuente ver actividades en la primaria y secundaria que utilizan la lectura con la única finalidad que los estudiantes realicen actividades luego, que no tienen que ver con el disfrute, tales como: análisis sintáctico, una síntesis del argumento entre otras.

Es así que “son frecuentes las quejas de los alumnos que dicen ‘tengo que leer el Quijote, no entiendo nada y tengo que hacer un análisis de tantos capítulos’ y ¿cómo les va a gustar leer así?”, analizó. Un circuito que sigue sucediendo, según la escritora entre otras cosas, porque hay muchos docentes que no leen y que sólo mandan a leer lo que a ellos le mandaron a leer, y eso les imposibilita transmitir el amor por la lectura a los alumnos.

 

“El que lee desde casa tiene la mitad de su título”

En ese marco, la especialista planteó que uno de los factores clave para rebatir esta situación es inculcar en casa el amor por la lectura.

“Yo como docente advierto enseguida quiénes son los alumnos que vienen de casa lectoras, si un chico viene de una casa donde se lee, automáticamente al ver a su familia leyendo por placer, no les va a quedar otra que hacerlo y sentir el mismo placer y van a ser lectores”, explicó.

En ese contexto, mientras que los chicos que nunca cultivaron una lectura más allá de la obligatoria tienen serios problemas de lectocomprensión, oralidad y escritura; los que sí lo hicieron “tienen un vocabulario amplio y hasta la mitad de su título universitario resuelto”, indicó Rucker.

Por eso, como principal recomendación a los padres indicó ver qué leen sus hijos, luego discutir, charlar, contarles sobre algo leído, algo que requiere tiempo y dedicación.

 

Un nuevo taller de escritura

En este marco, la profesora Evelyn Rucker y la escritora Rita Figueredo están organizando un taller de escritura para todo público llamado “Nebrija y Aglaya susurran. Crear y corregir. Experiencia de Escritura”. El mismo iniciará el 5 de agosto y abordará dos módulos: la escritura narrativa a partir de las emociones, destinada a aquellos que les cuesta expresarse mediante la escritura; y el segundo módulo para quienes tienen problemas de ortografía, de gramática y “aquellos errores que no sabemos que son errores”, indicó Rucker. Una propuesta que dura 5 semanas con encuentros de dos horas, una vez a la semana después de las 18 horas.

Para inscribirse a los mismos las personas deben contactarse por facebook con la profesora Evelyn Rucker o Rita Mabel Figueredo o a los número de teléfono 03764 160476 o 0376 4 665161

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