“La dermatitis atópica es una enfermedad que no se debe minimizar”


El miércoles 14 de septiembre se recordó el Día Mundial de la Dermatitis Atópica, una de las enfermedades no contagiosas de la piel más frecuentes. Por ello, la FM 89.3 Santa María de las Misiones contactó con Mónica Ladner de la Asociación Dermatitis Atópica de la República Argentina (ADAR).

La profesional dialogó con la intención de visibilizar y difundir esta patología tan frecuente pero, a su vez, desconocida, como así también brindar más detalles sobre ella.

“Es fundamental acudir rápidamente al médico. Estar atento a los síntomas que pueden significar alguna enfermedad en la piel, como por ejemplo la dermatitis atópica”, advirtió Ladner.

Acto seguido, se le consultó sobre que estadísticas hay sobre esta enfermedad en la Argentina; a lo que contestó: “En la Argentina no contamos con estadísticas certeras acerca de la enfermedad. Se trabaja con estadísticas mundiales; y esos números son bastantes alarmantes, porque es una enfermedad bastante frecuente”.

“Se estima que del 15 al 30 por ciento de los niños padecen esta enfermedad; en tanto en los adultos el porcentaje es de 5 al 10 por ciento. En los niños ese alto porcentaje lo va resolviendo con el pasar de los años; no en todos los casos la persona va a padecer la enfermedad por toda su vida”, detalló.

Asimismo, se le preguntó si a esta enfermedad se la puede detectar fácilmente asistiendo a un profesional, a lo cual respondió que “el diagnóstico es clínico y el pediatra lo puede identificar perfectamente, mediante la observación”.

 

“Genera un alto impacto en la persona que lo padece”

“La dermatitis atópica es una enfermedad que no se debe minimizar; es una enfermedad que genera un alto impacto en la persona que lo padece. Es una enfermedad molesta”, describió la profesional.

“La picazón es uno de los síntomas más molestos, a ello debe agregarse el mal descanso, las burlas, el rechazo y eso hace que también afecte en lo psicológico y esto altera la salud mental, no solamente la física de la persona que la padece”, recordó.

También destacó Ladner que “esta es una enfermedad crónica. La persona va a padecer los síntomas por largo tiempo; es una enfermedad que evoluciona por brotes y remisiones. Hay momentos en el que el paciente va a estar muy brotados y en momentos en que no, que todo está mucho más calmado”.

“Esta es una enfermedad multifactorial, los médicos no saben exactamente porque se produce. Sí se sabe que pueden tener que ver cuestiones genéticas o ambientales. También se habla que existe una disfunción en la barrera de la piel, que es la que nos protege de los contaminantes o alérgenos; también se sabe que hay una alteración en el sistema inmunológico”, detalló la representante del Denar.

Por último graficó que “el paciente con el transcurrir de la enfermedad va a ir detectando cuáles son aquellas cosas que hacen que se brote más, como por ejemplo: perfumes, jabones, alimentos, metales o la misma transpiración. Hay muchos factores que pueden desencadenar los brotes, como ser el frío excesivo o en su defecto el calor asfixiante“.

Ladner cerró contando que “sabemos que por suerte se está investigando bastante sobre dermatitis atópica y van surgiendo opciones terapéuticas para quiénes la padecen. En cuánto a los tratamientos, van surgiendo algunos más modernos“. 

 

Algo más sobre la dermatitis atópica

La Dermatitis atópica afecta a 1 de cada 5 niños (el 80-90 % de los casos se manifiesta antes de los 5 años) y aproximadamente al 3% de los adultos, se caracteriza por una alteración en la barrera cutánea de la piel que, al no cumplir con su función de barrera protectora, permite fácilmente la entrada de alérgenos, provocando una reacción inflamatoria que puede tomar diversas formas visibles: piel muy seca, picazón, inflamación con enrojecimiento, lesiones como “burbujas de agua”, costras y descamación. La consecuencia de estas reacciones, asimismo, puede desembocar en impactos psicológicos tales como: depresión, estrés y ansiedad.

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