“Una siente que le van cerrando las puertas, como para callarte la boca”


En la víspera del Día Internacional de la Mujer, esta es la historia de Antonella, la joven de 29 años que trabajaba en el Juzgado de Paz de Alba Posse y denunció por acoso sexual y laboral al titular de esa dependencia, y que tras hacerlo fue trasladada a otro empleo a unos 40 kilómetros de su domicilio.

Cuando la Justicia debía tomar cartas en el asunto ante dicha denuncia, actuó en forma inversa y hasta un fiscal de Oberá le dijo que “lo sucedido no encuadraba figura de delito”.

Pero Antonella no se quedó de brazos cruzados: renunció a su trabajo y decidió hacer público su calvario. Por eso este martes, lo contó en primera persona a la FM 89.3 Santa María de las Misiones.

“Soy contadora de profesión, contadora y trabajaba en el Juzgado de Paz de Alba Posse hasta febrero de este año. Mi situación comenzó en mayo del 2022, cuando yo presenté una nota a Inspección de Justicia de Paz por lo que vivía en el Juzgado de Paz de Alba Posse, donde expuse mi situación de acoso por parte del Juez”, comenzó diciendo.

“Previo a ello, yo me había acercado a la Fiscalía Nº2 de Oberá y le conté de mi situación al fiscal. Pero el mismo me manifestó que lo que yo le estaba contando no encuadraba en ningún tipo de delito y que este tipo de casos no eran competencia de él“, por lo que no le tomó la denuncia

 

Al recordar la situación en mayo de 2022, Antonella dijo que había llegado a Oberá llorando; que estaba muy nerviosa porque justamente ese día se retiró de su puesto de trabajo y arribó a las oficinas de la Fiscalía obereña en estado de shock.

También recordó que sobre el final de la charla con el fiscal, éste le dijo: “Mira, yo te sugiero que te acerques a Inspección de Justicia de Paz, ya que ellos te van a solucionar el problema”.

Al no obtener ninguna respuesta positiva de su parte, Antonella armó una nota contando su situación en Alba Posse y la presentó a Inspección de Paz de Justicia. Días más tarde, la trasladaron de Juzgado de Paz y la mandaron a Campo Ramón, “que está a 40 kilómetros de donde yo vivía y prestaba servicios”, relató indignada.

“Al momento de ser trasladada cursaba un embarazo de 6 meses; por lo que solicité un traslado al Juzgado de 25 de Mayo, el cual queda mucho más cerca de mi domicilio, ya que 25 de Mayo está a 17 kilómetros de Alba Posse; pero nunca me respondieron a dicha solicitud, con el agregado de que ya había nacido mi bebé”.

En la continuidad de su relato, esta joven madre dijo que “el pasado 1 de febrero terminaba mi licencia por maternidad y me tenía que presentar a trabajar en el Juzgado de Campo Ramón. Y fue ese día que presenté mi renuncia”. 

Tras radicar formalmente la denuncia por acoso sexual contra el funcionario de Alba Posse, reconoció que “uno se siente como que te van cerrando las puertas como para callarte la boca. Cuando llegué a exponer lo que me había pasado en mayo pasado en la Fiscalía y me dijeron que no es un delito y que no me iban a tomar la denuncia es como que están cerrando las puertas: ‘No vengas más’. Por eso ahora la denuncia la radique ante la Comisaría de la Mujer en Oberá“.

Dicha denuncia la presentó este mismo martes, según confirmó Antonella.

 

“Me lo guardaba porque no quería perder mi trabajo”

En otro tramo de la charla, se le preguntó cómo era la relación con el juez de Paz en Alba Posse y ella respondió que su calvario “comenzó a poco de ingresar al Juzgado, en 2019. Yo pensaba que con el tiempo eso iba a parar. Lo que me pasó a mi realmente te trauma”.

“Yo en realidad nunca le manifesté a nadie lo que sucedía, siempre me lo guardaba para mí, porque tampoco quería perder mi trabajo. Porque yo decía que si llegaba a contarle a alguien, seguramente me iban a decir ‘salí de ahí; no trabajes más’ y si le contaba a mi esposo, me iba a decir lo mismo. Pero como yo no quería abandonar mi puesto de trabajo, me aguanté hasta donde pude, pensando que en algún momento iba a parar, pero no paró“, lamentó.

“Con el pasar del tiempo, (el acusado) se dio cuenta de que no iba a conseguir lo que él quería, y me empezó a maltratar y perseguir dentro del trabajo. La mayoría de las veces era acoso verbal. La verdad es que me da mucha vergüenza nombrar o decir lo que este hombre me decía”.

En ese contexto, Antonella admitió que “desde mayo del año pasado estoy con tratamiento psicológico; porque primero me agarraban ataques de llanto y luego el obstetra me recomendó que busque ayuda psicológica”.

 

 

Un llamado al Superior Tribunal de Justicia

Ahora Antonella está armando una nueva nota, esta vez con el acompañamiento de la población en general, la cual irá dirigida en forma directa a la presidenta del Superior Tribunal de Justicia. Las firmas se están recolectando en el Municipio de Alba Posse, también en Santa Rita e inclusive en las colonias aledañas, “para que en Posadas vean cómo se comporta este juez“.

¿Qué le diría o qué mensaje le dejaría a la presidente del Superior Tribunal de Justicia, Rosanna Pía Venchiarutti Sartori, si tiene la posibilidad de hacerlo?, se le preguntó a la mujer. Y ella respondió: “La invitaría a que venga a Alba Posse a escuchar a la gente, a hablar con las mujeres o hablar con la gente de la colonia -humilde y  trabajadora-, y que le pregunte cómo trata el juez a la gente, cómo se dirige hacia las mujeres, que eso acá es de público conocimiento”.

También reveló entre lágrimas que “mi caso no es el único, hay más víctimas mujeres que no se animan a denunciar porque hay mucho miedo. Yo sin embargo dije es el momento de hacer algo, pero no solo por mí, porque en mi caso yo renuncié al trabajo y no voy a tener más contacto con esa persona, pero sí por las otras personas que van a tener que seguir yendo al Juzgado”.

“Acá nos merecemos lo que estamos pidiendo en la nota: queremos que nos otorguen una persona que solucione el problema de la gente, que trate bien a las personas, que no amenace a la gente, ni que diga ‘tengo un pariente en la cúpula política’. No hace falta que este Juez amenace a nadie si hace bien su trabajo”, sentenció.

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