“Los hogares no estamos preparados para acoger niños con problemas de salud mental”


El lunes por la tarde se desencadenó en Posadas una situación de enorme complejidad y difícil resolución. Por disposición de una jueza eldoradense, un pequeño de diez años que se encontraba en proceso de vinculación con una familia (que tenía intenciones de adoptarlo) debió volver al hogar donde estaba antes, el hogar Tupa Rendá, ya que el proceso de vinculación con dicha familia no progresó.

Tras eso, el hogar se abstuvo a recibir al pequeño por un motivo particular, que evidenció una problemática que atraviesan la mayoría de los hogares de acogida: la falta de preparación y herramientas para recibir y contener a niños que llegan con problemáticas de salud mental.

La responsable del Hogar de Niños Tupá Renda, Concepción “Neni” Valdéz dialogó al respecto con FM 89.3 Santa María de las Misiones.

“Nosotros somos una ONG, tenemos la voluntad, tratamos de poner el afecto y el amor en contener a los niños, pero estamos limitados… llegó esta situación que estaba fuera de nuestro alcance”, comenzó explicando.

En particular, según explicó Valdéz, el menor en cuestión había estado casi un año en el Hogar Tupá Rendá, antes del proceso de vinculación con sus posibles adoptantes, mostrando en ese período graves problemas de conducta que hasta pusieron en riesgo la integridad física de sus compañeros.

Si bien el niño se encontraba con acompañamiento psicológico y medicación psiquiátrica, no demostró mejoría; lo que a su vez generó miedo en sus compañeros que temían aquellos episodios de violencia característicos del menor.

Cabe destacar que toda esa situación fue reportada a los organismos judiciales correspondientes por el Hogar.

“No pudimos encontrar los medios para contenerlo. Mientras estaba con nosotros estaba en tratamiento psicológico y psiquiátrico pero la violencia que manifestaba no podíamos controlarla”, agregó Neni. Eso ya que, a su vez, los profesionales psicólogos y trabajadores sociales que trabajan con el hogar “están para cuestiones de convivencia institucional, no tienen herramientas para casos puntuales como éste”, indicó.

Fue así que, en horas de la noche del lunes se encontraba el equipo de la Dirección de Niñez y Adolescencia de Eldorado (que se encargó de traer y acompañar al niño), viendo dónde dejarlo que, por cierto, horas más tarde terminó quedando en otro hogar de Posadas.

 

“No es que no tengamos ganas”

En ese marco, uno de los puntos que dejó en claro Neni Valdéz es que, no es que no hayan querido recibir al menor, sino que no se sienten capacitados para contenerlo teniendo en cuenta sus características.

“Quiero dejar en claro que no es que no tenemos ganas de recibirlo; si ese es nuestro objetivo, pero en este caso no tenemos condiciones porque es un niño que tiene que estar contenido por otro tipo de organismo. No somos profesionales de un tema tan delicado como salud mental”, afirmó. La aclaración apuntó a que, en un principio, se oyó decir que el Hogar “no quería recibir al niño a pesar de tener plazas disponible”. Algo que Valdéz desmintió por completo.

“No se trata de adaptarse o no porque es un chico encantador cuando está bien pero de golpe reacciona con actos de violencia extrema, corriendo peligro la integridad de los compañeros . No sé quién se va a hacer cargo si le pasa algo a alguno de los chicos del hogar“, afirmó Neni, dejando en claro que su función también es velar por el bienestar de los demás niños que viven en Tupá Rendá,, que se encontraban preocupados por la llegada del menor.

No obstante, como no podían desobedecer la disposición de la jueza eldoradense Corina Jones, desde el Hogar habían tomado como medida preventiva trasladar, a los varones del hogar, a la casa de las niñas.

Cosa de que, si fuera inminente que el niño debía quedarse en Tupá Rendá, se quedaría solo en la casa de los varones junto a los guardas, por seguridad de los demás. Una solución que, por demás está decir, hubiera sido provisoria y no resolvería la cuestión.

Pese a eso, dialogando con el equipo de la Dirección de niñez y adolescencia de Eldorado, finalmente resolvieron dejar al pequeño en otro hogar de niños de Posadas. Un hogar que posiblemente se encuentre con los mismos problemas que tuvo Tupá Renda ya que, “al igual que nosotros, tiene sus limitaciones….”, afirmó Valdéz.

En ese marco recordó que el problema no es quién queda con el menor sino “¿qué organismo atiende a un niño con estas características?”, cuestionó.

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