Brutal baja en el consumo: “La gente ya no compra ni un pollo entero”


“El pollo entero se dejó de vender, una pieza entera no se vende hace muchísimo porque el kilo del trozado y el muslo es más barato y la gente busca la conveniencia para su bolsillo”. Lo que comentó el dueño de supermercados de barrio Nelson Lukoski al programa “El Aire de las Misiones”, que se transmite por FM 89.3, la radio de PRIMERA EDICIÓN, es tan solo una pequeña radiografía económica y social de lo que pasa en el seno de las familias que siguen ajustándose el cinturón para llegar a fin de mes.

Mientras tanto, pese a la desaceleración del Índice de Precios al Consumidor (IPC) durante marzo, los precios de la comida y de los artículos de limpieza muestran un ajuste de 5% en las góndolas desde que comenzó este mes.

“Dentro de todo, abril está bastante tranquilo con relación a la inflación del mes pasado, donde ya hubo varios artículos sin retoques ni aumentos”, analizó el propietario de supermercados, Nelson Lukoski.

“El que está marcando la estabilidad y va a seguir haciéndolo es el consumidor. Si bien, el Gobierno nacional salió a reclamar colaboración para no aumentar tanto los precios; yo creo que en todo este proceso inflacionario la gente cambió algunos hábitos ante tantos aumentos y comenzó a hacerse de stock, sale a comprar menos, y lo que no baja no lo compra”, prosiguió el empresario.

“Hay casos puntuales, como algunas harinas, que no es como la leche que tiene vencimiento, pero con los precios en las góndolas la gente fue eligiendo. Lo mismo pasó con el papel higiénico, buscó marcas más baratas. Con los desodorantes lo mismo, vio lo que valían y dejó de comprar”, prosiguió.

 

Dudas con la carne

La semana pasada llegó con un aumento importante en el precio de la carne, por lo tanto, su movimiento en las góndolas será monitoreado de cerca por los comerciantes, quienes están a la expectativa de “ver qué pasa”, dijo Lukowski.

Quien añadió que “los frigoríficos ya nos avisaron que van a seguir llegando precios nuevos. Algo parecido ocurrió en febrero, pero después tuvieron que bajar porque no vendían”.

Párrafo aparte, el supermercadista enumeró ciertos artículos de la canasta de frutas y verduras que no convienen comprar porque están fuera de temporada.

“La frutilla, el kiwi, la naranja que de $800 el kilo pasó a valer $1.800, que ahora no convienen comprar, como sí lo fue durante el verano, momento en que estaban baratos el durazno, el pelón, la ciruela. La semana pasada se terminó la producción, y de los $1.800 por kilo que valían estas frutas, se fueron a $3.500; y bueno, la gente ya está optando por otras frutas”, prosiguió.

Pero al hablar de otros productos de consumo masivo, como el arroz, que hace un tiempo llegó a escasear, “ahora se están llenando las góndolas con marcas de todo tipo. Es impresionante la cantidad de marcas nuevas que aparecieron”, dijo sorprendido.

Más tarde añadió que se esperan precios más bajos para ese producto. “Estimamos que a más tardar en mayo va a haber una baja, aunque sea mínima, de 10%, que es algo bueno, como lo que ocurrió con el azúcar, que ya bajó 30% en marzo. Hoy un kilo de ese producto ya se está consiguiendo en $780, si se hace una compra por pack de diez kilos”, sostuvo.

“Hace un mes, el kilo valía $1.200 y no hay que olvidar que en diciembre llegó a un histórico $1.400”, recordó el hombre.

Y pidió al público: “Hacer sus elecciones a consciencia” porque es una forma de “ayudar a la baja en los precios, que empieza a haber porque los proveedores no están ubicando su stock”.

 

Compras “inteligentes”

Consultado sobre cuál es la compra más inteligente en esta etapa del año, el supermercadista afirmó que hay que hacerse un buen stock de legumbres, porque llegan los días fríos ideales para preparar ensopados. “Las lentejas y las arvejas mantienen sus precios, salvo el poroto, que se incrementó un poco porque arrancó la nueva cosecha. Pero, hay que estar atentos porque van a seguir bajando, así como el azúcar, ocurrirá con los dulces y mermeladas. Hoy por hoy hay que ser muy metódico en la compra y prestar mucha atención”, sugirió el hombre.

 

Bebidas alcohólicas y gaseosas, en baja

El fin del verano combinado con los bolsillos esquilmados de los consumidores, que vienen soportando altas subas en las tarifas en los servicios, combustibles y vivienda, el consumo de alcohol y jugos se “planchó”.

“Cuando empiece a hacer más frío, la venta va a caer mucho más y el aumento promedio que tuvimos desde diciembre hasta acá de un 25% se va a quedar ahí. El vino se mueve mucho por las variables de consumo, ahora estamos en época de cosecha de uvas, va a haber sobrestock y va a seguir cayendo”, dijo.

 

“Estabilidad”

Según el punto de vista “clínico” del comerciante, su sector no se va a ver perjudicado por una ola de despidos masivos, como se teme.

“El cliente va a comprar donde le convenga, si algún comercio le cobra de más, va a dejar de vender, lo mismo si ofrece mercadería de mala calidad. Si se cuidan estos aspectos, se fideliza la compra”, aseguró.

E indicó que en el rubro supermercados no está habiendo despidos, como por ejemplo si está ocurriendo en comercios de otros rubros.

“Tenemos que apostar entre todos para salir de la crisis, que nos afecta a todos por igual. Los comerciantes estamos sufriendo mucho el aumento de la luz, de casi 110% en promedio desde diciembre a la fecha. Pero creo que en mayo se van a acomodar las cosas”, anticipó.

 

“Ya no conviene stockearse, hay que ver el día a día”

Si previo a las elecciones generales y al balotaje presidencial, había una tendencia a las compras “al por mayor”, ese comportamiento “hoy debería cambiar”, a decir del empresario supermercadista Nelson Lukoski.

“Hoy hay que ver el día a día, estar muy atento a los productos, elegir lo que sea de estación, no comprar de más y elegir lo que más conviene”, dijo a la radio de PRIMERA EDICIÓN.

En un apartado pidió especial cuidado con no comprar mercadería vencida o a punto de vencer.

“Particularmente los lácteos, subieron mucho. En especial los quesos, que se incrementaron hasta un 25% (alta demanda por Semana Santa)”, contó un Lukowski desorientado al afirmar que todavía “no sé qué va a pasar” con ese segmento.

“Todavía no se notó la baja del consumo y por otra parte hay productos que no está habiendo, como la leche en sachet, que no se consigue porque aparentemente los tambos no están entregando por el bajo precio”, graficó.

En ese sentido, lo que hay está caro, como por ejemplo el litro de leche en cajita, que está por encima de los $1.400 el litro, dependiendo de la marca, mientras el sachet estaba no más de $900.

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