“En junio un kilo de vaca viva estaba en $230. Si aplicamos un 6% de inflación mensual, que es lo mínimo que se aplica en todos los productos, en noviembre tendríamos que estar cobrando $307 por ese kilo de carne; sin embargo, hoy sigue valiendo $230”.
En estos términos, el presidente de la Sociedad Rural de Misiones, Carlos Navajas, explicó a FM 89.3 Santa María de las Misiones, la radio de PRIMERA EDICIÓN los números que preocupan a la entidad que nuclea a los ganaderos de Misiones en abierto detrimento del sector. Mientras tanto, los formadores de precios aplican constantes subas a la carne que se busca en la góndolas.
La Sociedad Rural de Misiones emitió esta semana un documento para dar a conocer en cifras el estado de crisis de los productores que se están viendo expulsados de la actividad ante la imposibilidad de afrontar las pérdidas por los altos costos.
“Este es un momento en el cual se puede ver claramente cómo el productor está perdiendo trabajando, cuando todo lo demás está subiendo. Queda muy claro que la inflación no tiene nada que ver con la producción primaria”, enfatizó el dirigente y productor y contó su experiencia.
“Hace tres semanas, vendí vacas a kilo vivo por $255 y esta semana el kilo bajó a $235, cuando todo aumenta, en promedio un 6% todos los meses, la carne al pie del productor está bajando”, lamentó el hombre quien cuestionó que los señalen como “culpables” por los exorbitantes valores de la carne.
“Hay una gran confusión, por un lado la población y el Gobierno no entiende y lo quisimos explicar ahora que es tan evidente, cómo se le baja el precio para productor y mientras que el valor de la carne en las góndolas sigue subiendo. Evidentemente no somos generadores de precios”, reiteró Navajas.
Y agregó: “Nuestra entidad también pretende hacer visible la ausencia de un plan de acción”.
“No tenemos plan ni a nivel nacional, ni a nivel provincial. No hay políticas públicas para fomentar un plan que permita crecer al ganadero y tampoco hay un plan para la sociedad en general”, expuso.
“Si al productor no le cierran los números porque el precio baja y encima le aumentan los costos va a ir dejando de aplicar tecnología y a usar el mínimo posible de insumos. Eso va a hacer caer la producción y afectará mucho más toda la cadena porque no va a haber carne y la poca que haya se va a pagar carísima”, alertó el dirigente.
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